Poema del mes
Deja todos los grifos bien cerrados, las luces apagadas, las ventanas del patio con el pestillo puesto; echa la llave con dos vueltas y vete a tu trabajo con más ganas que nunca. Donde estés, en casa, en tu oficina, en ese atasco inútil que nadie había previsto, deja tu corazón, quédate entero en el lugar preciso de este mundo donde hayas de vivir a cada instante. Quédate siempre donde tengas que estar: la casa de tus padres puede ser cualquier casa, el hogar de tu amor es cualquier sitio donde sepas amar; el mismo cielo puede reverberar en cada esquina.
(De El corazón y el mar, 2020)