© Antonio Moreno

Poema del mes

Deja todos los grifos bien cerrados,
las luces apagadas,
las ventanas del patio con el pestillo puesto;
echa la llave con dos vueltas
y vete a tu trabajo con más ganas que nunca.
Donde estés,
en casa, en tu oficina,
en ese atasco inútil que nadie había previsto,
deja tu corazón, quédate entero
en el lugar preciso de este mundo
donde hayas de vivir a cada instante.

Quédate siempre donde tengas que estar:
la casa de tus padres puede ser cualquier casa,
el hogar de tu amor es cualquier sitio
donde sepas amar;
el mismo cielo
puede reverberar en cada esquina.

(De El corazón y el mar, 2020)