Poema del mes

El presente es tan leve
como tu propio cuerpo entre las olas:
se mira y se desliza entre mis manos
ante cualquier caricia.

El presente se toca deleitable
casi sin darnos cuenta de que estamos
en la cumbre del mundo.
Es un tiempo tan claro en su pureza
que no se presta a graves reflexiones:
es vida tuya y mía,
conciencia de que estamos
en el lugar preciso.

El presente no pesa; lo que pesa
es el futuro imaginado:
cargar lo indefinido,
un mundo que aún no existe y ya me duele
con sus cien mil senderos sin final
por donde voy yo solo, siempre solo.

Sólo pesa el futuro.
Más aún el futuro razonado:
las soluciones infinitas
a infinitos problemas que no existen
y ya me están doliendo.

Pesa siempre el no-ser. La realidad,
lo que palpo en tu cuerpo aquí y ahora,
es un vuelo más alto, sí, más alto,
que siempre me libera.

(De Cuerpo humano, 2024)