
Poema del mes
¡Oh, mar! Hoy ya no eres mi mar tan sólo: veo cómo resurges y me buscas con igual ansiedad en otra playa de mi isla. Y veo desde aquí, desde otra playa, cómo es que aún me sigues invitando a mirar hacia el frente, a donde ya no llegan ni islas ni penínsulas ni ningún continente de esta tierra. ¡Oh, mar! Mío, pero no mío solamente. Hoy veo que tu espuma resucita en los pies de un turista de blanquísima piel y lengua ajena: ¡oh, mar de mis Canarias, que eres el mismo mar de aquel que viene del Mar del Norte y te siente tan suyo como yo! ¡Oh, mar! ¡Oh, mar sin nombre! ¡Oh, mar, tan sólo mar, mar puro! El mismo mar donde nadó mi padre, el mismo mar que me he encontrado en la otra orilla del Atlántico. ¡Oh, mar! ¡Oh, mar tan frío en las costas de Irlanda aquel verano! ¡Oh, mar, mar de mi isla, que puedes transportarme desde el hermoso pueblo de mis padres a donde yo no sé! ¡Oh, mar! ¡Oh, mar tan mío, mar del mundo!
(De El corazón y el mar, 2020)