
Poema del mes
Yo quise ser un hombre y me engañaron: por eso soy poeta, porque siempre he vivido del deseo que nadie me ha saciado todavía. Por eso soy principio, soy simiente que besa todo el barro de la tierra, que aguanta pisotones, nieve y polvo cayéndome en la boca y condenándome a estar siempre en silencio. Ser principio es bonito cuando todo se acaba: esperar lo que siempre te han quitado, callar las cuatro cosas que rechinan con las buenas costumbres de este mundo; y esperar y esperar, ser muy pequeño, profesar la esperanza de los niños con corazón de padre para los sinvergüenzas, con la eterna paciencia de los buenos ancianos. Y esperar y esperar que llegue un día, que siempre te han robado el día antes, para que un día tu canto sea tan bello que ya no necesites cantar nada y te vayas tranquilo y silencioso como se van los muertos. Y esperar y aguantar y cantar mientras soñamos.
(De Nueva estación, 2007)